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martes, 22 de julio de 2014

Teoría sobre la I+D+i y el fútbol

Sin ánimo de hacer una crónica futbolística, puesto que se trata del tema del que menos idea tengo de todos los que podría hablar, sí me gustaría verbalizar una idea a la que he estado dando vueltas durante largo tiempo.

Se entiende la innovación como la base del progreso, la capacidad de desarrollar ideas surgidas de la experiencia en el dominio de un ámbito científico o técnico, así como el perfeccionamiento de las ya dominadas.

La innovación y el desarrollo van a requerir siempre la utilización de unos determinados recursos cuya administración podrá ser objeto de debate puesto que se trata de una apuesta con vistas de futuro, cuyos resultados no se verán recompensados de forma inmediata.

No voy a entrar aquí a valorar si la política que se está llevando a cabo en este país acerca de este aspecto es la adecuada o no, si el aferrarse a dogmas anticuados sacrificando la evolución de la sociedad es lo correcto o no.

Pero creo que resulta significativo y digno de estudio el más que favorable resultado que las mayores inversiones que se están llevando a cabo en nuestro país están reportando a la sociedad. O estaban reportando, por lo menos hasta la fecha.

Siendo claro, que se invierta tanto dinero en la compra de futbolistas por parte de los clubes nacionales, ha servido para que los jugadores que más tarde formarían parte de la selección española conozcan a fondo tanto la estrategia de los clubes como la forma de juego de los jugadores a los que más tarde se enfrentarían en Eurocopas y Mundiales.

Contar en la Liga con grandes estrellas a nivel internacional ha servido para aprender de ellas, así como para tratar de ponernos a la altura, lo que ha redundado en una mayor calidad de juego como equipo nacional, lo que ha llevado a la victoria en algo que antes no se había logrado bien porque no se disponía de esos recursos, bien porque no existía la necesidad.

¿Sería esta una buena estrategia a aplicar en los campos de la innovación? ¿Podría seguirse para poder obtener mejores resultados a nivel científico o técnico?

En lo que sí que no entraré es en la valoración del mal resultado obtenido en el pasado Mundial...y no sólo porque eche por tierra mi teoría, sino porque es algo inexplicable para lo que supongo que sólo los expertos tienen respuesta.

Opiniones y/o comentarios?

sábado, 19 de julio de 2014

La importancia de la expresión oral. Reflexiones sobre el verbo patentar



Si hay algo que se aprende con el paso del tiempo y las experiencias personales es la importancia que puede tener ser un buen comunicador o, lo que es lo mismo, saber expresar exactamente qué es lo que se quiere decir, elegir las palabras adecuadas y que éstas sean entendidas por el oyente sin que quepa la menor duda de qué es lo que se ha dicho y a dónde se quería llegar con ese mensaje.

Conseguir transmitir lo que se tiene en mente va a depender siempre de la situación pero, sobre todo, de los interlocutores, siendo uno de los problemas más frecuentes elegir una palabra que, aunque totalmente comprensible por ambas partes, pueda no resultar adecuada.

Ejemplos hay miles, pero uno muy significativo lo tenemos en la palabra PATENTAR. En multitud de ocasiones se va a utilizar como sinónimo de registrar, no teniendo en el 90% de los casos ese significado.

Patentar no es más que otorgar a una invención una protección legal por entender que reúne una serie de requisitos que la hacen merecedora de la misma.
Tales requisitos se van a contemplar en nuestra Ley 11/1986, de Patentes, la cual también recoge el procedimiento administrativo que será necesario seguir para obtener el ese certificado.

Estos requisitos serán la necesidad de que la invención sea nueva, tenga actividad inventiva y aplicación industrial, esto es, que la creación no exista de ninguna manera, total o parcialmente, en todo lo que ya es conocido por el público en general. Acerca del procedimiento, la Ley establece dos, siendo el plazo aproximado de concesión de dos años.

¿Es correcto entonces hablar de “patentar“ cuando nos referimos a algo que no es una invención?

Lo es en el sentido de que el mensaje va a ser entendido perfectamente por el oyente, pero no en el sentido más puro de la palabra, lo que podría llevar a situaciones, cuanto menos, distorsionadoras de la realidad.

Sin duda, la impresión que produce esta palabra va a ser mayor que la de ese otro significado socialmente adquirido y generalmente aceptado pero, en definitiva, incorrecto.

En resumen, habrá que tener cautela cuando se utilice la palabra de la que venimos hablando, ya que si bien es cierto que, en ocasiones, su utilización tendrá efectos inocuos, la impresión producida en el ciudadano medio podría llevar a un aprovechamiento indebido de un status que sólo puede adquirirse a través de los cauces legalmente establecidos.