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miércoles, 11 de marzo de 2015

Criptomnesia


Como ya sabemos, se considera plagio todo aquello que, siendo creado por otra persona, se hace pasar como propio sin citar la fuente original. A este rasgo fundamental, el artículo 270 del Código Penal le añade la coletilla "con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero" en el tipo general del delito y adicionalmente se prevé un tipo agravado según las características que se recogen en el artículo 274.

El derecho de autor protege la plasmación de las ideas, no las ideas "per se", por lo que cabe la posibilidad de que dos obras totalmente distintas respecto a su origen y formato, sean el reflejo de una misma idea de base (reitero aquí el ejemplo de "El sexto sentido" y "Los otros") sin que eso suponga que se han copiado la una a la otra. Es por ello que, en ocasiones, puede resultar complicado determinar si existe plagio o copia de un trabajo o una simple similitud entre uno y otro.

Si bien en el caso de las obras literarias puede resultar más sencillo de apreciar, porque aparecen párrafos o incluso capítulos enteros exactamente iguales; en las obras audiovisuales (la película de Disney "El rey león" resulta muy parecida en algunas de sus escenas a "Kimba" película japonesa de los '60) y en las musicales apreciar una posible copia puede ser más difícil.

Uno de los artistas más de moda, Robin Thicke, ha sido acusado por los hijos de Marvin Gaye por entender éstos que la canción "Blurred lines" es un plagio del tema "Got to Give It Up" al guardar una más que sospechosa similitud. Los hijos del conocido cantante de soul rechazaron la indemnización de seis cifras que se les ofrecía al entender que cualquier juez apreciaría claramente la existencia de plagio y les daría la razón, pudiendo optar a una indemnización todavía más cuantiosa.
Así mismo, los abogados de Thicke y Pharrell Williams (coautores del tema presuntamente copiado) tramitaron una demanda para tratar de disuadir de cualquier actuación judicial a la otra parte.

La principal línea de defensa de los coautores de "Blurred lines" es que su canción trata de recordar a las canciones de la época en que Gaye cantaba las suyas, por lo que resulta sencillo que esta similitud sea evocativa de esa época; puede que se haya inspirado en la canción de Gaye pero, en ningún caso, supone un plagio premeditado y malintencionado.

Teniendo en cuenta que, mientras pese la demanda o una amenaza de interposición de demanda, la nueva canción no generará beneficios a través de licencias y demás, resulta bastante complicado pensar que la presunta flagrante copia se hizo de forma intencionada a sabiendas de que la canción original goza de la suficiente notoriedad como para que la similitud fuera apreciada por cualquiera, no sólo por los expertos o por los titulares de los derechos sobre la obra original.

La cuestión sería entonces valorar si cabe la posibilidad de que, en el intento de evocar y recordar ese tiempo anterior, los autores del nuevo tema incurrieran, de forma subconsciente, en la copia del tema de Marvin Gaye, es decir que se creara una melodía ya conocida por ellos sin que fueran conscientes de que lo que estaban creando ya existía o, lo que es lo mismo, que llevaran a cabo lo que se conoce como "plagio subconsciente".

Esto tiene un nombre en psicología: criptomnesia.

Théodore Flournoy (1854-1921) acuñó este término que hace referencia a la memoria oculta; la explicación de vivencias que creemos que son originales cuando realmente se basan en recuerdos. La mente utiliza un recuerdo como inspiración de algo nuevo sin darse cuenta de que ya existía.

Como ejemplo, la canción del ex-Beatle George Harrison, "My sweet Lord", ya fue declarada en un procedimiento judicial un plagio subconsciente de "He's so fine" del grupo "The Chiffons" en 1976.

¿Coincidencia? ¿un engaño de la mente?

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