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miércoles, 21 de junio de 2017

Imagine by Yoko Ono

Para todos los nacidos una vez los Beatles estaban ya disueltos como grupo podemos quedarnos con una serie de hitos o momentos que se han convertido en clásicos de nuestra era. Entre ellos el gran tirón mediático que tuvo el grupo desde su formación en los años 60, todas y cada una de las canciones, ahora convertidas en clásicos y, por supuesto, los momentos más controvertidos que se produjeron a lo largo de la vida del grupo y en años posteriores.
La disolución del grupo, tan sólo 14 años después de su formación, cuando todavía se entendía que estaban en un momento relevante, se produjo por desavenencias entre sus cuatro miembros produciéndose la misma de forma efectiva una vez John Lennon firmara la documentación que llevaría a esa disolución en 1974.

A pesar de que la ruptura se debió, oficialmente a desavenencias entre los miembros de la banda, siempre fue achacada a la entrada en la vida de John Lennon de la ahora artista conceptual Yoko Ono, que dio lugar a que éste abandonara el grupo para establecerse en solitario. Desde que se disolvió el grupo John Lennon se dedicó a la composición de grandes temas como el archiconocido “Imagine”, tema que se empleó como canto a la paz y a la libertad (y así aparece reflejado en el lugar en el que el cantante está recordado en Central Park, en nueva York, frente a las Torres Dakota, donde fue asesinado).
Desde el principio se entendió que la canción era de Lennon, pero la semana pasada la japonesa daba a conocer una grabación en la que el propio Lennon reconocía y atribuía la coautoría del tema “Imagine”, terminando con es a creencia, lo cual el cantante atribuyó al machismo imperante en esa época.

El hecho de que ahora se tenga en cuenta a los dos como autores de la canción da lugar a importantes consideraciones en lo que a derechos de autor se refiere.
El artículo 7 de nuestro TRLPI (Ley de Propiedad Intelectual), se refiere a una obra creada por varios autores como una obra en colaboración de cuyos derechos se beneficiarán todas las partes que hayan colaborado en su elaboración.
La cuestión ahora es, por un lado, tras el cambio de consideración de la obra de individual a obra en colaboración, determinar qué cantidad en concepto de royalties correspondería a Yoko Ono teniendo en cuenta lo que se ha originado en estos casi 50 años (el tema es de 1971), las licencias y permisos otorgados sobre la misma para adaptaciones, versiones y demás.

Pero también habría que atender el tema de la entrada de la obra en el dominio público. Como se ha comentado en otras entradas de este blog, tal y como establece la Ley, que la canción pueda ser utilizada por cualquier persona, sin tener que responder ante el autor mediante el pago de royalties o el establecimiento de una licencia que permita su uso, se contará 70 años a partir del día 1 de enero del año siguiente al de la muerte de su autor.
Siguiendo con la consideración antigua, de que Lennon fuese el único autor de la obra, el derecho le correspondería a sus legítimos herederos hasta el 1 de enero de 2061, fecha en la que se cumplen esos 70 años del asesinato del artista, en diciembre de 1980.

Sin embargo, la inclusión de Yoko Ono como coautora hace que la canción no entre a formar parte del dominio público hasta el 1 de enero del año siguiente a que se cumplan 70 años desde el fallecimiento de ésta, por ser la última superviviente,

Quizás esta última no sea la mayor preocupación que se debería tener presente, como la referente a la cuantía a la que el estudio que comercializó la obra durante todos estos años debería abonar a la recién descubierta coautora.

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